La mejor manera de limpiar tu piel.

¿Cuántas veces has llegado a casa y has decidido no desmaquillarte antes de acostarte? ¡Demasiadas veces! 🙂

La limpieza es uno de los pasos más importantes para una buena rutina de cuidado de la piel. Aunque hay algunos pasos que puede omitir en su vida diaria, ¡la limpieza no es uno de ellos!

Puede parecer simple, pero lavarse la cara requiere tiempo y atención. Hacerlo de la manera correcta podría marcar la diferencia entre una piel radiante y un brote de acné.

La limpieza no es solo para desmaquillar sino también para eliminar los restos de contaminación del medio ambiente así como los aceites creados por nuestra piel.

Debe hacerse dos veces al día: por la mañana después de despertarse y por la noche antes de acostarse. Pero más importante que cuántas veces lo haces, es cómo te limpias.

Según los dermatólogos, la rutina de limpieza nocturna es especialmente importante. Eliminar el maquillaje, la suciedad y la mugre del día ayudará a preparar la piel para su régimen de cuidado de la piel y apoyará la piel en sus procesos de regeneración y renovación durante la noche.

Entonces, ¿cuál es la mejor manera de limpiar tu piel?

Elija un limpiador suave, un limpiador no abrasivo

Es preferible un limpiador suave porque no dañará la piel. A menudo, las personas piensan que tienen la piel sensible, pero es una consecuencia de los productos agresivos para el cuidado de la piel que están usando.

Un ejemplo de un limpiador suave es nuestra Barra Limpiadora Original. Dado que está hecho de ingredientes naturales sin aroma añadido, es una gran opción. Después de la limpieza, también recomendamos usar el Aceite Facial de Lavanda como humectante diario.

Hazlo simple

Es tentador sentir que usar su producto de limpieza facial durante más tiempo o con más ferocidad lavará su rostro de manera más efectiva.

Pero en realidad, la cantidad de tiempo que pasas enjabonándote no se correlaciona con qué tan bien te limpiaste la cara.

Hágalo simple: intente lavarse de 20 a 30 segundos, o hasta que el producto haga espuma en su cara porque hacer más que eso podría ser demasiado para su piel. Lavarse demasiado agresivamente o durante demasiado tiempo, especialmente si su limpiador contiene ingredientes exfoliantes, puede provocar rápidamente una piel roja, irritada y enojada.

Humedece tu rostro con agua tibia y usa las yemas de los dedos para aplicar el limpiador con movimientos circulares. Asegúrate de lavar la zona T y la zona U alrededor de la línea de la mandíbula, ya que estas son áreas que la gente tiende a ignorar. Una vez que haya acumulado una buena espuma, enjuague y seque cuidadosamente con una toalla suave y limpia.

Usa agua tibia

Las temperaturas extremas, como las duchas calientes con vapor o el agua caliente, pueden provocar la dilatación de los vasos sanguíneos y la rotura de tejidos delicados. Además, el agua caliente despoja de forma natural a la piel de la barrera de aceite necesaria que ayuda a mantener la integridad de la piel. Esto significa que su piel se secará más rápido y puede volverse más picante y escamosa con el tiempo.

Limite la limpieza a dos veces al día y después de sudar

Lávate la cara una vez por la mañana y otra por la noche, así como después de sudar mucho. La transpiración, especialmente cuando se usa sombrero o casco, irrita la piel. Lávate la piel lo antes posible después de sudar.

Las personas con piel seca deberían considerar especialmente reducir los lavados.

Y una noche, la investigación sugiere que mantener el ritmo circadiano de la piel puede ayudar a protegerla del daño. Considere la limpieza cuando se pone el sol, no después.

Hidrata siempre después de la limpieza

Su piel puede comenzar a sentirse sensible después, o incluso pelarse o agrietarse. La aplicación de una crema hidratante protege la piel de la resequedad.

Si su piel se siente continuamente seca después del lavado, considere cambiar de limpiadores. Opta por un limpiador suave o un limpiador a base de aceite.

Elige productos naturales para el cuidado de la piel

Los ingredientes naturales pueden proporcionar enormes beneficios a la piel sin las mismas preocupaciones que contienen algunos ingredientes sintéticos. Si encuentras una opción natural que te proporcione resultados junto con seguridad, es la ruta más saludable.

 

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Fuentes: Asociación de la Academia Estadounidense de Dermatología; líneasalud.com; self.com;